Luego de estar un tiempo en Santa Cruz de la Sierra, estuve como tiempo antes, volviéndome a preguntar... cómo rayos pican los mosquitos? pues debemos tomar en cuenta que a "matarlos" de una aplastada con la mano, se deshacen y son más suaves que el algodón... en este sentido me pregunté, cómo rayos pueden atravezar nuestra piel con su aguijón si "al parecer" nuestra piel es mucho más dura o consistente? pues para esta inquietud y luego de sufrir otra vez varios picazones aquí está la respuesta:
El aguijón de un mosquito es como una jeringa elástica con una aguja hueca y una envoltura externa que sube cuando la aguja penetra nuestra piel y tantea la sangre. Sin embargo no les resulta fácil encontrar el punto exacto, menos del 5 % de la epidermis está constituida por vasos sanguíneos, así que el mosquito tiene que explorar mucho. Por eso prueba con su aguijón una y otra vez hasta que encuentra algún capilar, chupa vertiendo flujos de saliva que dilatan los vasos sanguíneos y diluyen la sangre para que su comida fluya libremente. ¡Es una reacción alérgica a la saliva del mosquito lo que nos produce la picazón y enrojecimiento de la piel!
Un mosquito puede chupar dos o tres veces su peso en sangre, como si una persona de 70 kg. ingieriera 140 a 210 kg. de comida por día.
Los receptores elásticos del abdomen del mosquito, completamente hinchado hacen que éste se aleje de su víctima. Sin estos reflejos los mosquitos comerían hasta estallar.
Cuando termina de comer, el mosquito está tan pesado que le cuesta muchísimo volar, entonces busca donde recostarse y comienza a excretar como loco. Luego de una hora su merienda de sangre se ha reducido a la mitad.
Sólo las hembras consumen sangre porque necesitan proteínas para sus huevos.
Los entomólogos, que son los estudiosos de los insectos, dicen que los mosquitos se guían por diferentes señales para encontrar comida: colores, movimiento, temperatura y humedad de la piel. El olfato es el sentido que más los ayuda a encontrar a sus víctimas, el aliento y el olor corporal los guía, cada vez que exhalamos dióxido de carbono con nuestra respiración le estamos diciendo al mosquito que estamos cerca.
¡Los mosquitos tienen receptores que les indican emanaciones a 16 metros a la redonda!
Y no es el dióxido de carbono el único que nos delata en las cercanías de los mosquitos, otras secreciones humanas agravan el problema: el ácido láctico que exudamos por las manos, la cara, por cada poro, en forma de grasa y sudor, también es detectado rápidamente por un "ejército de chupadores de sangre".
Esto explica por qué no todos sufren las picaduras con la misma intensidad. Según los entomólogos, la clave es la constitución química de la piel. Tal vez los alimentos que ingerimos sean un factor importante a la hora de descubrir qué sustancias dan olor a nuestra piel. Pero esto no es todo, distintas especies de mosquitos pican a diferentes personas e incluso en diferentes partes del cuerpo.
Por ejemplo, el Anopheles gambiae, uno de los portadores de la malaria, es tan fanático de las personas que vuela sobre las vacas, ignorándolas hasta llegar al campesino y picarlo. Además, en el hombre, prefiere los tobillos y los pies, mientras que otras especies prefieren la cabeza y los hombros.
ALGO CURIOSO:
Se hicieron algunos estudios para determinar por qué se preferían los pies y algunos voluntarios se bañaron con jabón antiséptico... ¡luego de bañarse, los mosquitos ni siquiera se les acercaron!
Aparentemente habría una relación entre el "olor a pies" y la preferencia de los mosquitos. Algunos estudiosos encontraron que en los pies humanos crece una bacteria similar a la utilizada para fabricar algunos tipos de quesos, entonces se colocaron cebos con queso en lugares frecuentados por mosquitos... ¡y fueron a picar el queso!
Estos investigadores ahora se están dedicando a fabricar una trampa para atrapar a los mosquitos en forma más eficiente que los métodos actuales.
En conclusión y complementando a la información, los mosquitos llevan consigo 47 dienes los cuales les sirve para "serruchar" la piel y llegar a los capilares, el secreto de su penetración es el tamaño de su aguijón, el cual tiene 3 micras de diámetro, las cuales comparándola con la piel se las compararía con una aguja hipodérmica convencional penetrando en una esponja, así pues no necesita mucha fuerza gracias a su "porosidad" y sus dientes les sirven de apoyo para que el mosquito introduzca su aguijón...
Para saber más, la Fuente.
El aguijón de un mosquito es como una jeringa elástica con una aguja hueca y una envoltura externa que sube cuando la aguja penetra nuestra piel y tantea la sangre. Sin embargo no les resulta fácil encontrar el punto exacto, menos del 5 % de la epidermis está constituida por vasos sanguíneos, así que el mosquito tiene que explorar mucho. Por eso prueba con su aguijón una y otra vez hasta que encuentra algún capilar, chupa vertiendo flujos de saliva que dilatan los vasos sanguíneos y diluyen la sangre para que su comida fluya libremente. ¡Es una reacción alérgica a la saliva del mosquito lo que nos produce la picazón y enrojecimiento de la piel!
Un mosquito puede chupar dos o tres veces su peso en sangre, como si una persona de 70 kg. ingieriera 140 a 210 kg. de comida por día.
Los receptores elásticos del abdomen del mosquito, completamente hinchado hacen que éste se aleje de su víctima. Sin estos reflejos los mosquitos comerían hasta estallar.
Cuando termina de comer, el mosquito está tan pesado que le cuesta muchísimo volar, entonces busca donde recostarse y comienza a excretar como loco. Luego de una hora su merienda de sangre se ha reducido a la mitad.
Sólo las hembras consumen sangre porque necesitan proteínas para sus huevos.
Los entomólogos, que son los estudiosos de los insectos, dicen que los mosquitos se guían por diferentes señales para encontrar comida: colores, movimiento, temperatura y humedad de la piel. El olfato es el sentido que más los ayuda a encontrar a sus víctimas, el aliento y el olor corporal los guía, cada vez que exhalamos dióxido de carbono con nuestra respiración le estamos diciendo al mosquito que estamos cerca.
¡Los mosquitos tienen receptores que les indican emanaciones a 16 metros a la redonda!
Y no es el dióxido de carbono el único que nos delata en las cercanías de los mosquitos, otras secreciones humanas agravan el problema: el ácido láctico que exudamos por las manos, la cara, por cada poro, en forma de grasa y sudor, también es detectado rápidamente por un "ejército de chupadores de sangre".
Esto explica por qué no todos sufren las picaduras con la misma intensidad. Según los entomólogos, la clave es la constitución química de la piel. Tal vez los alimentos que ingerimos sean un factor importante a la hora de descubrir qué sustancias dan olor a nuestra piel. Pero esto no es todo, distintas especies de mosquitos pican a diferentes personas e incluso en diferentes partes del cuerpo.
Por ejemplo, el Anopheles gambiae, uno de los portadores de la malaria, es tan fanático de las personas que vuela sobre las vacas, ignorándolas hasta llegar al campesino y picarlo. Además, en el hombre, prefiere los tobillos y los pies, mientras que otras especies prefieren la cabeza y los hombros.
ALGO CURIOSO:
Se hicieron algunos estudios para determinar por qué se preferían los pies y algunos voluntarios se bañaron con jabón antiséptico... ¡luego de bañarse, los mosquitos ni siquiera se les acercaron!
Aparentemente habría una relación entre el "olor a pies" y la preferencia de los mosquitos. Algunos estudiosos encontraron que en los pies humanos crece una bacteria similar a la utilizada para fabricar algunos tipos de quesos, entonces se colocaron cebos con queso en lugares frecuentados por mosquitos... ¡y fueron a picar el queso!
Estos investigadores ahora se están dedicando a fabricar una trampa para atrapar a los mosquitos en forma más eficiente que los métodos actuales.
En conclusión y complementando a la información, los mosquitos llevan consigo 47 dienes los cuales les sirve para "serruchar" la piel y llegar a los capilares, el secreto de su penetración es el tamaño de su aguijón, el cual tiene 3 micras de diámetro, las cuales comparándola con la piel se las compararía con una aguja hipodérmica convencional penetrando en una esponja, así pues no necesita mucha fuerza gracias a su "porosidad" y sus dientes les sirven de apoyo para que el mosquito introduzca su aguijón...
Para saber más, la Fuente.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarHolaaaaaaa!!! super la info del accionar de los mosquitos, pero mas adorable me resulto hacer saltar y darle de comer a bunnytooo!!!! Adoreee perder el tiempo en esta pagina con el jajaja!!! Besos!!
ResponderBorrar¡Malditos acosadores!
ResponderBorrarSí antes de esto odiaba a los mosquitos, ahora también me dan asco.
Quíén se creen esos gilipollas para dejarme toda llena de picores, enrojecidos y encima también de saliva suya ¡puaj!
(Debí decir "Malditas acosadoras")
ResponderBorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar